Cómo se monta una puerta es un proceso complicado con muchas fases. Las vemos a diario pero nunca nos planteamos como se fabrican y se montan. ¿Pensamos alguna vez en cambiar las puertas de nuestra casa? ¿Sabemos en qué consiste? En este artículo venimos a explicarte cómo se monta una puerta, y lo que conlleva tanto para una obra, una reforma, o si te planteas cambiar las puertas de tu casa porque se han quedado anticuadas o se han visto afectadas por la humedad.
1. Premarco
El proceso de fabricación de una puerta empieza de hecho desde la obra misma. Obviamente este paso no es necesario si sólo vas a cambiar las puertas de tu casa, pero puede serlo en caso de una reforma. Cuando se construye una pared, el paleta, el obrero, necesita el premarco de madera para la puerta. El premarco sirve para varias cosas: para dejar el espacio para la puerta, para asegurar que este esté (más o menos recto), y como soporte más tarde para la puerta. Es decir, el marco de la puerta se pegará al premarco.
¿Es el premarco tarea del carpintero? Normalmente sí. En cada obra trabaja mucha gente: obreros, carpinteros, electricistas, fontaneros, pintores. Y a menudo todos éstos deben trabajar conjuntamente y ponerse de acuerdo porque sus trabajos colisionan. A menudo será el carpintero, con el que se habrá concertado qué puertas y de qué dimensiones se quieren, quien tiene que preparar los premarcos y dárselos al obrero para que estos los ponga en la pared. El carpintero no volverá a participar hasta tiempo más tarde, cuando las paredes y otros elementos ya estés terminados.
¿Cómo afecta el premarco a la puerta a la hora de cambiar una puerta? Una puerta se puede cambiar con el mismo premarco siempre y cuando tenga unas medidas parecidas. Las mismas sería lo ideal, pero si la altura o la anchura varía ligeramente se puede arreglar con suplemento o cepillando/recortando el premarco, ya que es de madera. Si quisiéramos cambiar, por ejemplo, una puerta simple por una puerta doble o mucho más alta, esto ya nos podría conllevar tener que cambiar el premarco, lo cuál es mucho más complicado.
2. Corregir el premarco
Una vez los obreros han terminado, ¡es nuestro turno para poner las puertas! Pero lo primero que hay que hacer antes de empezar es asegurarse de que el premarco está recto a la vez que alineado con el desnivel del suelo. Por un lado, el premarco podría haberse deformado con la obra y haberse perdido la escuadra. Por otro, dependiendo lo buenos que sean los obreros y el terreno, la pared o el suelo podrían no estar rectos, de hecho esto suele pasar en casa viejas. También puede pasar que el marco esté recto pero haya algo de desnivel porque el suelo no está plano, con lo cuál hay que intentar corregir esto con el premarco.
Para corregir el premarco usaremos un nivel largo, que recordemos es una herramienta, una barra de metal recta con una burbuja que nos indicará el desnivel. Cuando tengamos que quitar del premarco podemos cepillar, y cuando falte podemos poner suplemento, pegando y clavando unas láminas finas de madera, de unos pocos centímetros.
3. El marco
Lo que comúnmente se conoce como el marco de la puerta está de hecho compuesto por dos partes muy diferentes: el galce y el tapajuntas, como se puede apreciar en la imágen.
Estas dos partes son, de hecho, bastante diferentes, y la diferencia importante. El galce tiene una utilidad: marca el sentido de la puerta y también le hace a ésta de tope. Además servirá de soporte para el picaporte y para las visagras. El tapajuntas, en cambio, es meramente decorativo. Obviamente no puede no ponerse, porque el resultado sería horrible a la vista (quedaría visible el premarco y su junta con la pared), pero no tiene una función en sí.
4. El galce
Teniendo el premarco ya listo, lo primero que haremos es juntar y pegar el galce al premarco. Tanto el galce como el tapajuntas son de hecho unas tiras finas y alargadas que deben cortarse a la medida de la puerta y luego pegarse y juntarse en forma de U. Tras cortar el galce, se encola y se pega al premarco. A continuación lo clavaremos, con una pistola de tachas/clavos, ya que sólo con la cola no se aguanta, hasta que se seque.
Pero antes de clavar debemos asegurarnos que el galce está recto, esto es esencial. Si el galce no está recto la puerta funcionará mal, tendrá problemas: no se cerrará bien, cojeará, dará portazos, estará abierta de abajo o de arriba, el picaporte/manilla irá duro. Que el galce esté recto es una de las partas más importantes de montar una puerta. Por eso, antes de clavar, usando el nivel y otras técnicas hay que asegurarse que el galce está bien recto
5. Las visagras / pernios
Mucha gente no sabrá la diferencia entre una bisagra y un pernio, de hecho mucha gente no sabrá ni lo que es un pernio. Pues es sencillamente cada una de las mitades que compone la bisagra. Para ser más exactos, realmente la bisagra como tal es más bien un concepto. Bisagra es un mecanismo que permite juntar dos partes y que éstas puedan girar una respecto a la otra. Cualquier cosa que cumpla eso es una bisagra, lo que pasa es que lo hemos asociado a la bisagra de una puerta. Y los pernios son, tal cuál, las piezas que vamos a comprar a la ferretería, dos pernios juntados forman la bisagra.
Para poner la bisagra se debe hacer la muesca con forma de pernio en el galce. Esto se puede hacer antes o después de haber clavado el galce en el premarco, aunque suele ser más cómodo antes. La bisagra está compuesta por dos pernios, el del galce y el de la puerta. Ahora podemos atornillar los del galce
6. Probar la puerta
Haremos también las muescas para los pernios en la puerta, y entonces podremos colgar la puerta ya. No para el resultado final, sino para probarla. Desde el premarco, el encuadre de la puerta habrá sufrido muchas deformaciones: cepillar, poner suplemento, ajustarlo por si no está recto… Sería mucha casualidad que la puerta entrase perfecta en ese cuadro. A veces no entra, a veces entra pero por un lado va muy justa y por otro sobra espacio.
Lo que tendremos que hacer, por lo tanto, es cepillar la puerta por aquellos lados por los que sobre. Hay que dejar claro que una puerta puede probarse antes o después de ser pintada/lacada. La diferencia para este paso es grande y fundamental. Una puerta que tiene que pasar aún por el pintor, nos podemos permitir cepillarla por donde queramos y hacerle lo que queramos, porque luego va a quedar bien. No obstante, una puerta ya terminada es más delicada. Sólo podremos cepillarla por partes poco visibles, como por abajo o el contacto con la bisagra, partes que se ven poco. Si la puerta es lacada esto será igualmente prácticamente imposible. Si es pintada, puede corregirse las partes cepilladas con laca.
En ocasiones los carpinteros vienen, hacen todo esto detallado hasta ahora, y se vuelven a cargar las puertas a la furgoneta, se las llevan al pintor y pueden tardar unos días en volver a terminar de ponerlas.
Para terminar, cuando la puerta ya entre bien probaremos a cerrarla, abrirla del todo y comprobar que no roza con el suelo, cierra bien, no portea, no da ningún problema
7. Tapajuntas
Cuando ya nos hemos asegurado de que la puerta entra y funciona correctamente, podemos proceder a poner los tapajuntas. Esto es bastante rápido: se miden, se cortan, se encolan y se clavan alrededor de la puerta. Los tapajuntas vienen en paquetes de tiras de una medida concreta. Para ponerse deberán medirse con el metro, marcarse con el lápiz y cortarse al momento, normalmente nosotros lo hacemos con la ingletadora. Luego se encolan con cola blanca, se pegan al premarco y se clavan con la pistola de clavos conectada al compresor de aire.
8. La manilla
Por último (al fin!), falta ponerle la manilla, o también llamada maneta por nuestra zona, a la puerta. Para esto, primero se tiene que hacer el agujero en la puerta y en el galce para la plancheta. La plancheta es la placa del galce con el agujero donde se mete el picaporte cuando cerramos la puerta. Haremos este agujero con un taladro, y luego podremos incrustar el picaporte, que habremos comprado en la ferrtería.
Luego sólo queda comprobar que la puerta cierra bien y que no es necesario arreglar nada
9. El picaporte
En caso de que pongamos una puerta de entrada o con cerrojo/pestillo para el baño, esto tiene su propia complicación, pero de los cerrojos ya hablaremos en otra ocasión!